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¿Qué es un autoclave de laboratorio y para qué se utiliza?

¿Qué es un autoclave de laboratorio y para qué se utiliza? - Mercalab

El Autoclave: ¿Sabías que muchos de los instrumentos que utilizan los científicos en sus investigaciones diarias, como tubos de ensayo, bisturís, placas de Petri y otros materiales de laboratorio, podrían estar cubiertos de grandes cantidades de bacterias peligrosas si no se someten a un proceso de limpieza y desinfección adecuado? Estos microorganismos, invisibles a simple vista, podrían contaminar experimentos, poner en riesgo la salud de las personas y comprometer los resultados científicos.

Aquí es donde el autoclave juega un papel fundamental. Este dispositivo va mucho más allá de un simple lavado con agua y jabón: utiliza vapor de agua a alta presión y temperatura para eliminar por completo toda forma de vida microscópica, incluidas bacterias, virus y esporas. Gracias al autoclave, los laboratorios pueden garantizar ambientes seguros y mantener la integridad de cada experimento.

Pero, ¿cómo funciona exactamente? ¿Por qué es indispensable en hospitales y laboratorios? Y lo más intrigante, ¿qué ocurre dentro de esa cámara metálica que la hace tan eficaz?

¿Qué es un autoclave y cuál es su función principal?

Un autoclave es un equipo especializado que utiliza vapor de agua a alta presión y temperatura para lograr la esterilización efectiva de diferentes tipos de materiales, especialmente en laboratorios, hospitales y clínicas. El término 'autoclave' proviene del griego: 'auto', que significa 'por sí mismo', y 'clave', que hace referencia a 'llave', aludiendo a su característico cierre hermético que garantiza la seguridad durante el proceso.

La función principal de este dispositivo es eliminar por completo bacterias, virus, hongos y esporas, incluso aquellas formas microbianas que son resistentes a otros métodos convencionales de limpieza o desinfección.

Gracias a su capacidad para asegurar un ambiente completamente estéril, los autoclaves son fundamentales para prevenir infecciones y asegurar la seguridad tanto de los pacientes como del personal en cualquier entorno donde la higiene sea una prioridad.

En laboratorios de microbiología, hospitales e incluso en estudios de tatuajes, es fundamental asegurar que todos los instrumentos reutilizables, como pinzas, agujas y frascos, estén completamente libres de cualquier tipo de contaminante antes de cada uso. Esta práctica no solo protege la salud de los pacientes y clientes, sino que también minimiza considerablemente el riesgo de transmisión de infecciones.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esterilización mediante autoclave es el método más efectivo y confiable para eliminar bacterias, virus, hongos y esporas, convirtiéndose en la opción preferida para mantener la seguridad y la higiene en estos entornos. Adoptar este proceso garantiza un ambiente controlado y seguro, contribuyendo al bienestar general y al cumplimiento de los estándares sanitarios más exigentes.

AUTOCLAVE DE VAPOR ELÉCTRICA DE 39 L ALL AMERICAN 75X 120V PARA ESTERILIZACIÓN EN GENERAL - Mercalab

¿Qué tipo de esterilización realiza el autoclave?

Este equipo emplea esterilización térmica húmeda, un proceso que combina tres factores clave:

  1. Vapor de agua: Penetra mejor que el aire seco, llegando a rincones difíciles.
  2. Alta presión: Aumenta el punto de ebullición del agua, permitiendo temperaturas superiores a los 100°C.
  3. Tiempo controlado: Exposición prolongada para asegurar la eliminación de microorganismos.

A diferencia de un horno convencional, que utiliza únicamente calor seco para la desinfección, el autoclave combina calor húmedo y presión, lo que permite una esterilización mucho más rápida y efectiva, especialmente contra microorganismos altamente resistentes. Gracias a esta tecnología, no solo se eliminan bacterias y virus comunes, sino también formas esporuladas y agentes patógenos difíciles de erradicar.

De hecho, según un estudio publicado en Applied and Environmental Microbiology en 2020, someter el material a ciclos en autoclave a 121°C y 15 psi asegura la inactivación incluso de los priones, que son agentes infecciosos notoriamente resistentes a los métodos tradicionales de desinfección.

Por esto, el autoclave se considera una herramienta indispensable en entornos donde la seguridad y la esterilización son prioritarias, como hospitales, laboratorios y clínicas dentales.

Los 3 tipos de autoclaves más usados en laboratorios

No todos los autoclaves funcionan igual. Su diseño varía según el volumen de carga y la precisión requerida:

1. Autoclaves de vapor por gravedad

Son los equipos más utilizados en laboratorios pequeños debido a su practicidad y eficiencia. En este tipo de autoclaves, el vapor de agua se introduce desde la parte superior de la cámara, desplazando el aire hacia abajo por acción de la gravedad. Este método sencillo los hace especialmente adecuados para la esterilización de líquidos contenidos en frascos semicerrados, así como de instrumentos y materiales sólidos.

El ciclo típico de esterilización tiene una duración que varía entre 20 y 30 minutos a una temperatura constante de 121°C, asegurando así la eliminación efectiva de microorganismos y la seguridad en cada proceso.

2. Autoclaves de pre-vacío

Estos equipos se utilizan principalmente en hospitales y centros de investigación avanzada debido a su eficacia y rapidez. Funcionan extrayendo el aire del interior de la cámara mediante una potente bomba de vacío antes de introducir el vapor.

Este proceso permite que el vapor penetre de manera más eficiente en materiales porosos, como las telas quirúrgicas y otros suministros médicos, asegurando una esterilización completa incluso en las áreas más difíciles de alcanzar.

Gracias a esta tecnología, el tiempo necesario para esterilizar los instrumentos se reduce significativamente, logrando ciclos de entre 5 y 10 minutos, lo que optimiza los procesos y mejora la productividad en entornos médicos exigentes.

3. Autoclaves de vapor por pulsos

Este método combina ciclos alternados de vacío y vapor para eliminar eficazmente las burbujas de aire que puedan quedar atrapadas en los materiales. Gracias a este proceso, se garantiza una penetración óptima del vapor incluso en los equipos más complejos o empaquetados de manera densa.

Por esta razón, es el sistema predilecto para esterilizar grandes volúmenes de carga o paquetes densos, como los conjuntos de instrumental médico, asegurando así una esterilización completa y confiable en hospitales y clínicas.

¿Cuánto dura el proceso de esterilización en autoclave?

El tiempo varía según cuatro factores:

  • Tipo de carga: Instrumentos metálicos requieren menos tiempo que bolsas de residuos biológicos.
  • Temperatura: A 121°C, el ciclo promedio es de 15-30 minutos; a 134°C, puede reducirse a 3-10 minutos.
  • Material del empaque: Los contenedores de acero inoxidable transfieren calor más rápido que los de vidrio.
  • Tamaño de la carga: Llenar en exceso la cámara aumenta el tiempo necesario.

La *Asociación Española de Normalización (UNE-EN 285)* establece que, para considerar un material estéril, debe exponerse al menos 15 minutos a 121°C con vapor saturado.

¿Por qué es irremplazable en un laboratorio?

Alternativas como el horno de esterilización o el uso de desinfectantes químicos presentan importantes limitaciones. El horno de calor seco, por ejemplo, no es completamente eficaz para eliminar esporas bacterianas resistentes, lo que reduce su capacidad para conseguir una esterilización total en ciertos casos.

Por otro lado, los desinfectantes químicos pueden dejar residuos tóxicos en el material tratado, lo que representa un riesgo para la salud y puede contaminar los instrumentos o superficies, además de ser menos respetuosos con el medio ambiente.

En contraste, el autoclave es un método seguro y ecológico, ya que únicamente utiliza agua para generar vapor a alta presión, sin recurrir a productos químicos peligrosos. Esta técnica es válida para esterilizar prácticamente cualquier material que soporte altas temperaturas y humedad, como herramientas quirúrgicas, vidriería de laboratorio y ciertos plásticos especiales.

Sin embargo, es fundamental evitar errores comunes, como esterilizar sustancias inflamables, ya que el calor intenso puede desencadenar reacciones peligrosas.

También se debe evitar sellar frascos herméticamente antes de colocarlos en el autoclave, porque la acumulación de vapor en el interior puede provocar explosiones o roturas. Utilizar correctamente el autoclave garantiza la máxima seguridad y eficacia en la esterilización, protegiendo tanto a los usuarios como al entorno.

Preguntas frecuentes sobre autoclaves

¿Puedo esterilizar plástico en autoclave?

Solo algunos tipos de plásticos, como el polipropileno (PP) o el PTFE, pueden soportar altas temperaturas sin sufrir daños, por lo que son adecuados para aplicaciones donde se requiere resistencia térmica. En cambio, materiales como el PVC o el poliestireno tienden a derretirse fácilmente cuando se exponen al calor.

Por eso, es importante elegir el tipo de plástico adecuado en función del uso que se le va a dar y las condiciones a las que estará sometido.

¿Cómo sé si el autoclave funcionó correctamente?

Utilizando indicadores químicos, como cintas especiales que cambian de color al estar expuestas a determinadas condiciones, o indicadores biológicos, que emplean esporas de Geobacillus stearothermophilus para verificar la efectividad del proceso de esterilización.

Estos métodos permiten confirmar de manera confiable que se han alcanzado los parámetros necesarios para una desinfección completa, brindando mayor seguridad en la validación del procedimiento.

¿Necesito mantenimiento especial?

Sí, es fundamental limpiar regularmente la cámara y calibrar tanto los sensores de temperatura como los de presión para mantener su eficacia. Realizar este mantenimiento preventivo ayuda a evitar acumulación de residuos o fallos en las mediciones, garantizando un funcionamiento óptimo y resultados más precisos.

Además, una cámara limpia y sensores bien calibrados prolongan la vida útil del equipo y contribuyen a un mejor rendimiento general.

Conclusión

La autoclave actúa como una barrera invisible que protege a científicos, médicos y pacientes contra el riesgo de infecciones. Desde su invención en 1879 por Charles Chamberland, este dispositivo ha permanecido como el estándar de oro en la esterilización de instrumentos y materiales en laboratorios, hospitales y clínicas de todo el mundo.

Para profundizar en técnicas de esterilización, consulta este artículo de la OMS o explora nuestra selección de autoclaves profesionales en Mercalab.  

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